viernes, 4 de diciembre de 2009

Emotivo funeral en Chile del cantante Víctor Jara

A 36 años de su asesinato, se realiza el demorado y popular adiós al artista. Son dos días de velatorio para rendirle homenaje.

Treinta y seis años después, Joan Turner tiene el pelo muy blanco y el gesto orgulloso de quien logró torcer un destino de silencio y clandestinidad. A sus espaldas, la sonrisa ancha de Víctor Jara, su esposo, padre de sus dos hijas y artista emblema de Chile, parece iluminar desde un gran retrato el galpón en donde a más de tres décadas de su asesinato una multitud despide sus restos, en un saludo último y esperado del que fueron privados en su momento por la dictadura.


Joan y una decena de personas están de pie, dispuestos a los costados del féretro que alberga los restos del músico que fue detenido y torturado el mismo día del golpe de Estado contra Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973. Los dolientes posan sus manos sobre el ataúd, cuyo frente está cubierto por un poncho negro y rojo. Luego de unos minutos, la guardia de honor de ojos llorosos y labios apretados cede su puesto a otra pequeña comitiva que viene de aguardar pacientemente en la calle y bajo un sol inclemente.
La gente va colmando el galpón de la Fundación Víctor Jara, en la calle Huérfanos. Enfrente, en la "Plaza Brazil" cientos de músicos, actores y bailarines se turnan sobre el escenario para rendir tributo al autor de "Te recuerdo Amanda".


La elección de la fecha para este adiós demorado no es casual. El domingo 13 de diciembre este país votará presidente y todo acto, por lo tanto, debe ser leído en clave política. De los cuatro candidatos a presidente, tres de ellos (Eduardo Frei, Jorge Arrate y Marco Enríquez-Ominami) participaron de los gobierno de la Concertación, la alianza de centroizquierda que gobierna Chile desde la salida de Pinochet del poder y que está en crisis, acosada con sondeos que dan el primer lugar, cómodo, al empresario de derecha Sebastián Piñera. Todos quieren salir en esta foto, pero hay que ver si vale la pena el riesgo. Mientras Arrate -ex ministro de gobiernos socialistas- ayer fue recibido con entusiasmo por la gente que aguardaba para despedir los restos de Jara, dos militantes recordaban el mal momento que pasaron años atrás legisladores de la UDI (la derecha pinochetista) cuando intentaron ingresar al velatorio de Gladys Marín, la aguerrida líder comunista.


Hace seis meses los restos de Jara fueron exhumados para una investigación que confirmó lo que siempre se supo y aún más. Un militar perverso que jugaba a la ruleta rusa con una "pieza de caza mayor" ideológica, más de cuarenta impactos de bala y las manos del músico destruidas por la tortura. Tenía 41 años.


Las puertas del velatorio se mantienen abiertas de día y de noche y mañana, a las 10 de la mañana, los funerales seguirán con una romería por las calles de la ciudad hasta llegar al Cementerio general, donde esta vez su memoria no será mancillada sino honrada.
"Había un solo Víctor Jara y nos lo arrebataron. Era un poeta, un hombre del pueblo". Rosa tiene 57 años y hace fuerza para no llorar. El clavel rojo tiembla en su mano derecha cuando ella advierte: "estamos acá en respuesta a lo que nos quitaron".

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